Una niña triste en el espejo
me mira prudente y no quiere hablar.
Hay un monstruo gris en la cocina
A (Asus)
Tengo una mano en el cuello
que con sutileza me impide respirar.
Una venda me tapa los ojos,
y al entrar me liberé
como se despliega la vela de un barco.
Asus E
corrí, grité, reí,
A (Asus)
Una flor que se marchita, un árbol
que no crece porque no es su lugar.
Un castigo que se me impone,
A (Asus)
Tengo todo el cuerpo encadenado,
las manos agrietadas, mil arrugas en la piel.
Las fantasmas hablan en la nuca,
y al entrar me liberé
como se despliega la vela de un barco.
Asus E
corrí, grité, reí,
sé lo que no quiero ahora estoy a salvo.