Tal vez fue la fiebre, tal vez fue el calor,
oh, oh, oh, oooh, oh,
tal vez fue la magia de aquella región,
oh, oh, oh, oooh, oh.
Tal vez fuera el viento raptando una flor.
Tal vez fuera el eco de una aparición.
Parecía una pálida mancha de sol
entonando un canto de rural candor,
me sonrió sin verme al pasar a mi lado,
reflejo de cielo en un día nublado.
Se había separado de la procesión,
oh, oh, oh, oooh, oh,
solita en el monte sueña su canción,
oh, oh, oh, oooh, oh.
Sus manos, su planta, su cara, su voz
brotaban de un lienzo de cualquier color,
su cara morena, tatuada de rojo,
no mostraba pena ni alegría ni enojo.
Tan sólo en su canto florea la pasión,
oh, oh, oh, oooh, oh,
hay en su quebranto un reclamo de amor,
oh, oh, oh, oooh, oh.
De entre aquellos montes se acerca un cantar,
de la procesión que ya había pasado,
vienen cinco dioses que se han regresado,
alguien se perdió y lo van a buscar.
Tal vez fue la fiebre, tal vez fue el calor,
oh, oh, oh, oooh, oh,
tal vez fue la magia de aquella región,
oh, oh, oh, oooh, oh.
Tal vez fuera el viento raptando una flor,
oh, oh, oh, oooh, oh,
Tal vez fuera el eco de una aparición,
oh, oh, oh, oooh, oh.