Apenas te vi bailando
supe que no alzabas para mí
la noche de tu pañuelo
pero la luz de tus ojos sí;
disimuladas brasas en vuelo
quemándose al partir.
Sólo porque la zamba
Guardaré escondida
la copla dormida donde refrescar
fuegos de mis amores
y los ardores de tu mirar;
cuando mi voz se cansa
hay otra danza para bailar.
Sesgo de tu mirada