Aquí yo he venido
Aquí yo he llegado,
Muy triste y muy amolado.
Cantando canciones
un poco más divertida.
Era en el año cuarenta,
antes del cincuenta y cuatro,
cuando murió tanta gente
entre Puebla y Apizaco.
El tren que corría
de pronto se fue a estrellar
contra un aeroplano
volando sin descansar.
Quedó el maquinista
Mirando p'al aviador
que ya sin cabeza
para taparse del sol.
Todo esto nos sucedía
sin saber cómo ni cuándo
y la máquina seguía
pita pita y caminando.
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debajo del chapopote
y hasta el garrotero,
seguía dándole al garrote.
Buscando al agente
lo encontramos moribundo,
"Cervezas heladas ",
se fue para el otro mundo.
Los pocos supervivientes
los contemplaban llorando
y la máquina seguía
pita pita y caminando.
Llegó la Cruz Roja,
pa' auxiliar a los heridos
y allí se encontraron
de miedo ya habían corrido.
Toditos los muertos
en tan críticos instantes,
que ha habido difunto
cuatro leguas adelante.
En una zanja los muertos
solitos se iban echando
y la máquina seguía
pita pita y caminando.
Llegó en un fotingo
que era entonces gobernante,
y vio entre los muertos
gritando. "Alto y adelante".
Don Maximiliano
y a comer se metió al punto
y allí el cocinero
los hígados de un difunto.
Los zopilotes estaban
sobre los muertos volando
y la máquina seguía
pita pita y caminando
Y yo ya no quiero
para no cansar a ustedes.
Rueguen por las almas
hombres, niños y mujeres.
Al recordar tanto muerto
Yo me retiro llorando
y la máquina seguía
pita pita y caminando