Yo quiero olvidar mis penas,
pero mis penas no me abandonan;
por eso canto esta zamba I
que han de llamar “la llorona”. I
Sollozan junto a sus nidos
¡Dónde te has ido!
¡Quién te ha llevado!
Mi corazón, día y noche, I
como el crespín te ha llamado! I
La zamba que estoy cantando