He tenido tiempo de desdoblarme
y ver mi rostro en otras vidas.
Ya tiré la piedra al centro del estanque.
He enterrado cuentos y calendario,
ya cambié el balón por gasolina.
Ha prendido el bosque al incendiar la orilla.
He escuchado el ritmo de los feriantes
poniendo precio a mi agonía;
familias de erizos en sus manos frías.
ya no hay timón en la deriva.
Has tenido pulso para engancharme
alistado en ejércitos suicidas.
Me adentré en el bosque y no encontré al vigía.
Habrá que inventarse una guarida,
no quiero timón en la deriva.
Cada cual que tome sus medidas.
Hay esperanza en la deriva.
Habrá que inventarse una salida.
Que el destino no nos tome las medidas.
Hay esperanza en la deriva.