Podéis incinerarme como bruja en la hoguera,
o hacerme cosquillas en la planta del pie,
tirarme desde lo alto de la escalera,
u obligarme a ver los anuncios de Ferrero Rocher.
Podéis agujerearme, con un berbiquí
pero no me hagáis oír a Kenny G.
Podéis castigarme un mes sin tomar desayuno,
No me hagáis oír, oír a Kenny G.
No me hagáis oír, oír a Kenny G.