Goteras de medianoche
encierro y resignación
estoy ciego entre los coches
que cruzan la habitación
Buscando en tu basura
trofeos de colección
se me ocurrio una locura
con armadura de tergopol
(Te traje estas putas flores
a vos que ya ni me hablás
mañana me pego un tiro
así me vas a llorar).
¿Qué música es esa? que me hace feliz
hechicera de pobres secreto que a voces se deja decir
y me vuelve bueno como nunca fui
y por cada idea, me da una trinchera de sobrevivir
a la guerra necia por definición
de una loca enferma contra la cuaresma de su propio Dios
y me lee poemas en su falda madre
si hubo una promesa que quedó incumplida
fue la de olvidarte
La radio bajo la almohada
los sacos en el desván
comidos por los fantasmas
de las polillas que ya no están.
El lúgubre cigarrillo
quemando la oscuridad
en su anaranjado brillo
se ve el peligro de dormirse acá.
El último pensamiento
si no lo alcancé a anotar
fue porque me trajo el viento
la melodía de despertar.
¿Adónde quedamos? ¿A dónde me fui?
que me había olvidado de tus ojos claros mirándome así
y de mí cantando y de mí tal vez
y de la ginebra que volqué en tus piernas en algún hotel
de las meretrices de mi corazón
que me perfumaban la cama con agua de la redención
porque no me olvide de hacia donde voy
cuando esté mareado
sobrio como un dado que aún no cayó.