Era necesario respirar para mirar alrededor.
Paseo por La Habana y un café frente al Malecón.
Comienzan los recuerdos, las espinas a aflorar en mi interior.
Todo lo que no se atiende tarde o temprano reaparece.
Pero nos miramos, vaya año pasamos,
a ver si remontamos.
Sin dedicarle más tiempo
que el mundo está lleno de mujeres y hombres buenos.
Así que le canto a los valientes,
que llevan por bandera la verdad.
A quienes son capaces de sentirse
en la piel de los demás.
Los que no participan de las injusticias,
no miran a otro lado.
Los que no se acomodan
y los que riegan simpre su raíz.
A ti mi compañero que me tiendes la mano,
que es tu corazón bondad.
Me miras con curiosidad, me estudias con respeto
y besas con cariño cada parte de mi cuerpo.
Tienes en los ojos girasoles
y cuando me miras soy la estrella que más brilla.
Cuando ríes se ilumina todo el techo