En la casa de mi abuelo había un palier con un espejo
frente a otro espejo
asomaba con expectativa todo mi brazo y lo movía
sobre otro brazo
Subía al sillón que estaba bajo un espejo
Y el camino se torcía lentamente
los espejos lo mostraban a la gente.
Yo saltaba los pasillos y aunque todo perdía brillo
la partida me esperaba finalmente.
En todos esos pasillos yo iba cruzando peligros que esperaban