Son tus ojos dos luceros
Que iluminan mi camino
Y te hacen dueño de mi alma
Y dueño de mi albedrio
Manojitos de alfileres
Me parecen tus pestañas,
Y cada vez que me miras,
Me las clavas en el alma
Ese cabellito Rubio,
Que te cuelga por la frente,
Parece campana de oro
Que va llamando a la gente
A A justicia E niño