Escuchaste mi clamor, te acercaste cuando te llamé
Y te escuché decir: ¡No temas!
Porque tú estás conmigo en la aflicción
Tu bondad y tu justicia permanentes son
Y aunque no puedo entender lo que haces, confío en ti
todo lo que tu permites se que obra para bien
Te alabaré aunque la higuera no florezca
En la abundancia y en la escasez
En tiempos de dolor
Levantaré mi voz con el aliento que me das
Te cantaré
Con todo yo me alegraré en ti Señor
Cantaré por siempre de tu salvación