/ Escúchanos, Señor, ¡escucha
nuestros gritos en la noche!/
Secaron nuestra voz en el silencio,
de cerca siguieron nuestros pasos.
El temor allana nuestras casas
recordando sus burlas y tormentos.
Sus palabras están llenas de mentiras,
Y volverá a nosotros la alegría,
tu pueblo cantará siempre a tu Nombre;
/junto a Ti obtendremos la victoria,
el gran día amanece tras la noche./