//Un ocho de mayo
a Cuapa bajó,
fue la Madre mía,
la Madre de Dios, ¡Oh, oh!//
Triste el vidente como yo tal vez,
cansado con problemas, así estaré,
despreciado y creído tonto
por aquellos que una vez confié.
Hoy vengo a Ti, Mujer de suave voz,
No se hace tarde,
las horas minutos parece ser;
contigo me siento bien;
gracias Madre por aparecer.
¡Relámpagos! Lluvia puede ser,
admirado, miré al cielo nubes no pude ver.
¡Relámpagos! Volvió a suceder,
abrió mi vista y te pude ver.
Eres bella, te vi, mi viste,
en el montón de piedras estabas allí.
Ven a mi vida, toma las piedras
que no me permiten caminar.
Posa ¡sí! En mi familia,
tus pies descalzos.
No se hace tarde,
las horas minutos parece ser;
contigo me siento bien;
gracias madre por aparecer.
¡Relámpagos!
¡Ella es viva, imagen no es!
¡Es viva, un sueño no es!
¡Es viva, es tu Madre también!
¡Oh, oh, oh, oh!
Un ocho de mayo