Un buen día nos dijiste al pasar,
entre mieses sazonadas por el sol,
es la hora de venir a trabajar,
faltan manos en los campos del Señor.
Son los hombres tu heredad,
tierra que espera al sembrador,
manda tú a trabajar
nuevos obreros del amor.
Un buen día nos dijiste al pasar,
entre mieses sazonadas por el sol,
es la hora de venir a trabajar,
faltan manos en los campos del Señor.
Son los hombres tu heredad,
tierra que espera al sembrador,
manda tú a trabajar
nuevos obreros del amor.