Enciéndeme,
hasta que me consuma
Y puedas ver bajo mi piel
la sangre hervir como un café
Prepárame,
un bonito funeral,
lleva flores y dile al predicador
que no se extienda más de lo habitual
Y acércate,
hasta el viejo cementerio,
pídele al enterrador
que deje en la fosa común las cenizas de mi cuerpo
Tendrás que recibir
a amigos y a familiares
Vestir de luto y soportar
algún extraño que dirá “descanse en paz”
Y algunos dirán,
que fue un ataque de locura
O que el maldito viento sur
fue el ladrón que se llevó mi habitual serenidad
Regresaré,
cuando todo haya acabado
y a solas en tu habitación
Brindaremos con champán nos reiremos de mi representación
de mi vida hacia adelante
Hacia adelante
Enciéndeme,
hasta que me consuma
Enciéndeme,
hasta que me consuma