Enciendo la fragua pa sacarle punta al agua
y clavarla en tus nubes, a ver si tu lluvia acude y su perfume me encharca.
Y me arranco el aliento, pa forjarme ventoleras
que me lleven donde quieran
ahora que estoy bien despierto y quiere juerga mi fiera.
Y encanutao, me subo al tablao y sigo el compás de los suspiros que das
al verme llegar y ponerme a tu lao, encanutao.
Que desarmao la he vuelto a cagar, y estoy resabiao de llorar al soñar
y encanutao me vuelvo a armar y
Controlo el calor pa templar bien mi garganta
y cantarle a tus caderas a ver, si hoy no se espantan y bailan a mi vera.
Y preparo el terreno y, al vuelo muelo paciencia
y a conciencia, cojo y lleno, toda mi boca de besos por si se tercia.
Y agrietao, me quito la piel y con sumo cuidao la rozo en tu miel
y una vez endulzá, me la vuelvo a poner y demasiao.
Y, por tu pelo, me cuelo en tus ojos;
ojos que son del mismo color que el manto que cubre el campo
en días de otoño.
Y te mete mano mi pensamiento y me pongo malo con todo lo bueno
que traen los vientos de tu corazón.
Y con rozarnos, nos encendemos. Solo con mirarnos, nos entendemos.
Que hablen los ojos que se expresan mejor.
Que hablen los ooooo!!!
Salimos a la calle pa que no nos raye el jaleo.
Tus dedos y mis dedos ya quieren jugar.
Y plantar caricias sin perder detalle en nuestros cuerpos.
Y una vez puestos soñar.
Y trajimos dos olas que jugando solas se habían perdido
en nidos de amapolas montamos el mar.
Pusimos una playa con arena blanca de los caminos,
donde nos bebimos hasta reventar.
Y quiero más de ese veneno tan bueno que derrama tu cuerpo y me cura.
Y poder ser el trovador de tus sueños pa que no te desveles,
ni te aburras.
(y se repite la estrofa y estribillo)