Volviste hasta mi
en una tarde nublada,
cuándo ya había perdido
el sabor de tu mirada.
Llegaste sin mas
Mil y un mentiras desde que te conocí,
creí ser cómplice no víctima,
tonto de mí
ESTRIBILLO
Alla en la América y Colón
te ví,
y los fantasmas del ayer
cantaban,
en la América y Colón,
el mundo se hace pequeño.
Te reconocí,