En un pueblo de bombon
el sheriff de chocolate
cargaba su pistolon
con balas de cacahuate.
La carcel donde encerraba
a los dulces pandilleros
era de ricas galletas
con rejas de caramelo.
En una fiesta de chicles
el sheriff fue provocado
por un paleton grandote
que a todos habia insultado.
Y el sheriff de chocolate
no aguanto tantos insultos
y le dio de cacahuatazos
que de verlo daba gusto.
Y el sheriff de chocolate
recibio muchos aplausos
de los chicles invitados
que olvidaron pronto el susto.
En un pueblo de bombon
esta historia sucedio
en un pueblo de bombon
por eso la canto yo.