Pepito tenía un caballo
que nomas el lo montaba
era un bayo cara blanca
de siete cuartas de alzada
ah que rechulo animal
nomas hablar le faltaba
José quería aquel caballo
como a su Dios lo adoraba
todos los días muy temprano
lo bañaba y lo ensillaba
y el bayo de puro gusto
se paraba y relinchaba
De la arena hasta Terán
jamás perdió una carrera
ah que rechulo animal
corría como una fiera
del Porvenir a San Juan
dejo gente en la miseria
Pero el destino es muy cruel
y no hay quien se le resista
y quiso que aquel corcel
un día perdiera la vista
ya nunca volvió a correr
ni en el llano ni en la pista
Pa´ quitarlo de sufrir
José le dió tres balazos
asi le toco morir
aquel que en vida era un rayo
de la historia este es el fin
de pepito y su caballo