Se están cayendo las hojas del duraznero,
y con sus hojas deshoja mi corazón.
Voy a juntar esas hojas para sembrarlas,
como he sembrado mi vida en cada canción.
Si la tristeza es la muerte que se avecina.
con la sonrisa de un niño yo haré una flor,
y el relincho de un caballo y un viento pampa,
escudos serán que traigan vida y amor.
La helada lo trata fiero a mi compañero
Un hombre solo en la vida no vale nada.
y Yo que vivo en San Pedro en soledad,
debajo del duraznero de tarde en tarde
mirando la calle larga suelo matear.
Si la esperanza es lo último que se pierde,
yo tengo fe que algún día habrá de llegar
una dulce compañera que cebe mate
y bajo del duraznero me oiga cantar.
La helada lo trata fiero a mi compañero