Yo que fui del amor ave de paso,
yo que fui mariposa de mil flores,
hoy siento la nostalgia de tus brazos,
de aquellos tus ojazos, de aquellos tus amores.
Ni cadenas ni lágrimas me ataron,
mas hoy quiero la calma y el sosiego,
perdona mi tardanza, te lo rue - go,
perdona al andariego que hoy te ofrece el corazón.
Hay ausencias que triunfan
y la nuestra triunfó,
amémonos ahora con la paz
que en otros tiempos nos faltó.
Y cuando yo me muera
ni luz ni llanto ni luto ni nada más
ahí junto a mi cruz
yo sólo quiero paz.
Sólo tú, corazón, si recuerdas mi amor
una lágrima llévame por última vez;
en silencio dirás una plegaria
y por Dios, olvídame después.
Hay ausencias que triunfan
y la nuestra triunfó,
amémonos ahora con la paz
que en otros tiempos nos faltó.
Y cuando yo me muera
ni luz ni llanto ni luto ni nada más
ahí junto a mi cruz
yo sólo quiero paz.
Sólo tú, corazón, si recuerdas mi amor
una lágrima llévame por última vez;
en silencio dirás una plegaria
y por Dios, olvídame después.