Desperté y salí de la sombra,
me cure cada hueso y empecé
a olvidar noche a noche los recuerdos,
los abismos donde nunca volveré.
Y escuchando en oscuros callejones,
las canciones que se pierden en la cara B.
Fui mirando y revolviendo los cajones
y desperté.
Me canse de las horas infelices,
me acabe la botella y escuche.
Que no hay dolor más insoportable que el que admites,
que no sea lo que no tenga que ser.
Y después del naufragio
de que sirve estar tan triste,
nunca jurare que no vuelva a suceder.
Sabes que cuando canto
nunca piso tierra firme
Ven rescátame, ven rescátame otra vez.
Y después del naufragio
de que sirve estar tan triste,
nunca jurare que no vuelva a suceder.
Sabes que cuando canto
nunca piso tierra firme
Ven rescátame, ven rescátame otra vez.
Ven rescátame aunque vuelva a suceder.
Ven rescátame y abandóname después.