Hoy te soñé y hacía tiempo que no te veía.
Sigues intacta, los mismos gestos y su picardía.
Me moriré sin devolverme tu aquella sonrisa
sin entender que no era yo el que esta vez huía.
Sé que recuerdas que viste en mí
las cosas que no había en la gente,
y que cada lunes harías locuras por volver a verme.
Desde tu cama seguro que todo es diferente,
y por las noches te hablarán las fotos
que no pudiste hacerme.
Déjame entrar por tu ventana directo a tu cama,
y sigue durmiendo que si abres los ojos yo me iré corriendo.
Y deja que me cuele por entre tu ropa
para no tener frío,
cuando el sol nos queme tu despertarás
y ya me habré ido.
Aquella vez el crimen fue habernos conocido,
mientras cantaba sin saberlo,
te susurraba y te hable al oído.
Tú te dejabas ver y despertabas algo en mí
que aún estaba dormido.
Siempre se atrapa al que ha mentido
aunque no haya testigos.
Quizá algún día me decida y por fin
vuelva a buscarte,
para ayudarme a salir de esta espiral
en la que nunca entraste.
No me creerás cuando te diga
que no he dejado de pensarte
regálame de nuevo aquella noche en la que yo
no supe aprovecharte.
Déjame entrar por tu ventana directo a tu cama,
y sigue durmiendo que si abres los ojos yo me iré corriendo.
Y deja que me cuele por entre tu ropa
para no tener frío,
cuando el sol nos queme tu despertarás
y ya me habré ido.