Sola y tu alma van rodando por el mundo, vas sembrando de rencores
tu sendero,
nadie sabe si no cruza tu camino, y te ensañas en él lo que has
sufrido;
Mas detente, mujer, no hagas más daño, el que te habla sí merece
tu castigo,
no te ensañes en aquél que no ha vivido, si cruza en tu camino,
déjalo pasar.