Tendré los ojos muy lejos
y un cigarrillo en la boca.
el pecho dentro de un hueco
y una gata media loca.
Un escenario vacío, un libro muerto de pena,
un dibujo destruido y la caridad ajena.
Un televisor inútil - que me brinda compañía -
la radio a todo volumen y una prisión que no es mía.
Una vejez sin temores, una vida reposada.
Y un montón de diarios apilados
y una luz cuidando mi pasado
y un rumor de voces que me gritan
y un millón de manos que me aplauden.
y el fantasma tuyo, sobre todo,
cuando ya me empiece a quedar solo.