Cuando me voy a Mendoza
toda el alma se me embriaga
con el aroma del vino I
y el aire de las tonadas. I
Creo aún estar mirando
Ay, Mendoza yo quiero volver
a embriagarme de nuevo otra vez,
de tus soles, de tus vinos,
tus guitarras, tus cantares,
y sentirme que soy un cuyano,
como aquellos años yo quiero volver.
INTERMEDIO: Como la Introducción.