Todos tenemos creencias
grabadas en la cabeza.
nadie ríe en la prisión
de las almas domesticadas.
Quieren hacer sentir miedo para podernos robar,
primero, lo que queremos, después la libertad.
Y que seamos cobardes para podernos callar,
y que por siempre soñemos, para no despertar.
Yo no creo ni en la religión
de las verdades consumadas.
Sólo creo en mi corazón
y en la libertad de las miradas.
Ya no quiero permitir
que mi cabeza siga colonizada.
No soy libre y no soy yo,
si estoy lleno de creencias encarnadas.
Quieren hacer sentir miedo para podernos robar,
primero, lo que queremos, después la libertad.
Y que seamos cobardes para podernos callar,
y que por siempre soñemos, para no despertar.
Quieren hacer sentir miedo para podernos robar,
Soy la voz de la calle,
no tengo miedo a cantar.
Oh-oh, oh-oh, oh-oh, oh-oh,
Soy la voz de la calle,
nunca me van a callar.