Hay cortas historias, que empiezan en el final,
quedan lejos del tiempo, que no es de parar.
Hoy voy en silencio, se me hace ensordecedor,
y este inevitable momento de hacernos canción
(En esta parte hace juegos en la escala de cada acorde)
Resulta que la suerte es como el fuego, nunca es igual;
tu risa es un rincón de un cielo que nunca será.
No te vayas como el viento escapa como debiendo
y sin dejarse ver.
Vamos a hablar menos y a equivocarnos mejor,
no puedo dar espacio el tiempo, se lo lleva el reloj.
No puedo avanzar en jaque, ni quiero retroceder,
voy doblando por la vida, como tus curvas de mujer.
(En esta parte hace juegos en la escala de cada acorde)
Resulta que la suerte es como el fuego, nunca es igual;
tu risa es un rincón de un cielo que nunca será.
No te vayas como el viento escapa como debiendo
y sin dejarse ver.