No te salgas de mis brazos,
sigue echada así en la hierba,
quiero andarte paso a paso,
recorrerte como hiedra.
No te salgas de mis brazos,
Cuando el sol se esté ocultando,
y en tus ojos brillen las estrellas,
y en mi espalda sienta el frío
de la oscura noche que se acerca;
yo te soltaré despacio
de mis brazos ya sin fuerzas.
Te sacudirás el pelo