Yo te llevo desde niño muy adentro
te he encontrado en el pájaro y la flor
en la lluvia, en la tierra y el silencio
y en mis sueños cada noche estabas tú.
Desde entonces, quiero darte siempre gracias
porque puedo darme cuenta de tu amor
beberé de tu cuerpo y de tu sangre
y por siempre te daré mi corazón.
Como no creer en Dios
si me ha dado los hijos y la vida.
Como no creer en Dios
si me ha dado la mujer querida.
Como no creer en Dios
si lo siento en mi pecho a cada instante
en la risa de un niño por la calle
o en la tierna caricia de una madre, como no.
Como no creer en Dios
si está en las viñas y en el manso trigo.
Como no creer en Dios
si me dio la mano abierta de un amigo.
Como no creer en Dios
si me ha dado la tristeza y la alegría
de saber que hay un mañana cada día
por la fe, por la esperanza y el amor, como no
creer en Dios.
Sinceramente, no sé como es el fin de ésta canción, pero la hice así.