Hay historias de amor que nunca terminan
que se esconden tras la vuelta de tu esquina.
Que bailan sobre un pie, que reman con un remo
y que beben sin sed, hay espacio, hay dolor, hay deseo
corazones en el aire llenos de agujeros.
Hay besos compartidos, robados, elegidos
mil señales de humo entre amantes perdidos
amores de un rato, sin tiempo ni trato.
Leyes de gravedad sin caídas, cicatrices sin heridas expedidas
bienvenidas que suelen caminar por la misma avenida.
Hay tanto a elegir y tú yo aquel día coincidir
coincidir, coincidir.
Era tu historia, se cruzó con la mía
tanta gente, tanta gente hay fuera
y coincidir aquel día.
Hay historias al borde del precipicio
que se buscan en los baúles de un principio.