A los cuatro vientos ahuyé como un lobo.
El eco me devolvió mi propia voz.
Hasta la fragua llegué con quimeras.
Con más preguntas me voy, sin responder.
Siempre me ha tocado estar en el fuego.
el fuego que cura y también
deja cicatriz.
Soy una gota en el mar de la historia.
Solo un detello fugaz en la eternidad.
Dame un poco más. Un instante más.
Dame un poco más. Un instante más.