Un par de horas en un bar para olvidar,
después el día no podrá con mi sopor.
Dejo a mis ojos ver allí y nada atrapa mi atención.
Se me hizo piedra el corazón, respiro igual.
Mi furia antigua se licuó y me silenció.
Media sonrisa y poco más, ningún secreto que cuidar.
La cacería terminó, presagio hay!
¡Ay! Pajaritos, bravos muchachitos
¡Ay, pajaritos, bravos muchachos!
Me convencí de que es mejor y me hizo bien.
Estoy curado, ya sabés
me oigo chillar.
Y tengo sueños de ratón y de terraza de hospital
¡Qué deliciosa sensación! ¡Sofocación!
Sin desafíos a cumplir, ya sin temor.
Dejé mi hocico más feroz sin mi aliento más bestial
y con más tiempo que perder, calmé mi sed!