Siento el impulso de alzar mi voz al infinito,
para reclamar un lugar en tu corazón,
su reino esbelto,
su nombre fedra,
me sobrecoge su altar,
su piel trigueña,
ama y desdeña,
quiero manosear.
Siento el impulso de alzar mi voz al infinito,
para reclamar un lugar en tu corazón,
se me derrite entre los dedos,
es menester convidar
de la vertiente de tus caprichos
que te dio el azar
puedes mirarme pero no tocarme,
puedes mirar pero no tocar,