Cuando escuche tus zapatos será tiempo de marchar,
las campanas están lejos, pero yo las oigo acá.
En algún reloj de arena, cae el tiempo sin final
el big bang rompe el silencio con sus ojos de metal.
Y cuando apareces, siento que no eres real,
que sólo mi mente oye tu voz de cristal.
Y cuando apareces, siento que no eres real,
que sólo mi mente oye tu voz de cristal.
Tu vestido es como espuma, el deseo es de volar,
las dos lunas de tu pecho, amanece y ya no están.
Y cuando apareces, siento que no eres real,
que sólo mi mente oye tu voz de cristal.
Y cuando apareces, siento que no eres real,
que sólo mi mente oye tu voz de cristal.