Hoy agendé para mi vida solo el amor y la aleria,
multipliqué por dos las horas para llenarlas de poesía.
Te dibujé un sol intenso en la pared dela cocina,
Y te llevé guitarra adentro hasta el lumbral del alma mía,
te hice pasar, te dí la llaves y me olvidé allí nomás que las
tenías.
En el papel en donde escribo esta canción tan repentina