La Muerte te tocó con su campana,
te salió en el camino, te llamó,
mientras en una esquina de la vida
una muchacha cantaba tu canción.
Ay, ¿qué haremos camarada para ti?
¿Qué harán los niños de la población?
¿Quién le estará cantando en el umbral?
Pero el viento hacia el sur se fortalece
y ya canta en secreto tu canción.
Es la hora en que duerme tu cabeza,