Vale, que se le empasó el porvenir la chala
Vale, que el sol lo ha marcado con hierro de paleta
y que al nacer le pusieron la trabanqueta.
Vale, que se desayuna con la barrecha
Vale, que enchegará la mobilé.
Vale, que son almas que zozobran
caminito de la obra.
Vale, que suben al cielo entre tocho y porlan
Crecen de noche
y en el día se derrumban
los sueños que el olvido mece
por rumbas
en tanto llegue
el día de los elegidos
cuando el eco los devuelva
del olvido.
Escampa en una Vanguardia la fiambrera