Cuenta la historia que al Califa Abderramán
le llamó el pueblo Al Nasir Li-Din Allah
el defensor de la ley justa de Dios
y para asombo de los siglos creó.
La ciudad del mundo del Imperio Andaluz
desde su ventana a su amada ofreció.
Una ciudad hecha de amor
Yebel Al-Arus se la entregó
por su pasión y la llamó Azaha-ra.
Una mañana de primavera en flor
la bella Azahara por Granada lloró.
Ciudad de amor que recordó
y Abderramán flores sembró
y nunca más ella lloró Azaha-ra.
Una ciudad hecha de amor