Alguna vez tu me vistes caer
en tus manos sin brillos ni luces,
aquella vez yo era un regio truhan
me burlaba de todas tus cruces.
Mil veces después tu me vistes correr
huyendo en los autobuses,
y así recordé los ojos del rey
destruyó nuestros días felices.
Me quise escapar, me quise esconder,
me perdí en las montañas grises.
Mis ojos mintieron demasiado en la función
tus pupilas condenaron mi actuación.
No tuve otra cosa mejor para hacer
que callar y volver a empezar.
En la preciosa y soleada ciudad
entre rios cristalinos y jardines,
me compré un traje beige y una casa con hogar,
preparé una gran fiesta de amigos.
Entonces disqué y mil veces te llamé
dias viernes, sábados y domingos,
nada encontré solo un contestador
que jamás me dijo como estabas.
Todos aquí me preguntan por vos
yo les miento, les digo "regresa mañana".
Mis ojos mintieron demasiado en la función
tus pupilas condenaron mi actuación.
No tuve otra cosa mejor para hacer
que callar y volver a empezar.
Mis ojos mintieron demasiado en la función
tus pupilas condenaron mi actuación.
No tuve otra cosa mejor para hacer
que callar y volver a empezar.