El verano ya ha llegado
arden las calles, los barrios
desde aquí veo las llamas
por encima de la Giralda.
Los caballos reventados
miran de reojo el río
y en la plaza de la Alfalfa
ni siquiera se oye un ruido.
Ayer estuve bebiendo
me tragó la madrugada
y hoy me duele todo el cuerpo
y no siento nada el alma.
Voy a quedarme muy quieto
sudando en esta cama
espantando a los recuerdos
y escuchando música rara.
Cuando empiece a anochecer
bajaré hasta la Alameda
me sentaré en una terraza
a esperar a que aparezcas
y hablaremos de bobadas
beberemos unas cervezas
planearemos, como siempre
un viaje a la playa.
El invierno ya ha llegado
como lloran los naranjos
sus lágrimas son las flores
que un día tú y yo pisamos
Las gitanas congeladas
prenden fuego a los romeros
el humo desaparece
como todo lo que predijeron.
Ayer estuve bebiendo
de la noche a la mañana
yo solamente me acuerdo
del ruido de mis pisadas
Voy a quedarme muy quieto
temblando en esta cama
espantando a los recuerdos
saludando a los fantasmas
Cuando empiece a anochecer
bajaré hasta la Alameda
me sentaré en una terraza
a esperar a que aparezcas
y hablaremos de bobadas
beberemos unas cervezas
planearemos, como siempre
un viaje a la playa.
Pero tú ya no apareces
por mucho que yo lo quiera
hace casi cinco años
que te fuiste a Inglaterra
Dicen que allí las playas
ni siquiera tienen arena
pero un día iré a verte
cuando muera toda esta pena.