Eres madre muy sencilla, criatura del Señor,
Virgen pobre, Madre mía, llena de gracia y de amor,
Fuiste arcilla entre sus manos y el Señor te modelo,
Aceptaste ser su esclava, siempre dócil a su voz.
Yo quiero ser, arcilla entre sus ma-nos,
Yo quiero ser, vasija de su amor.
/Quiero dejar lo mío pare Él, para Él. /
No entendías sus palabras, pero respondes con fe,