Los granos que forman la espiga
se unen al hacer el pan.
A los que formamos la Iglesia
nos une la entrega nuestra.
Aquí, ante tu altar, Señor,
entiendo mi vocación,
quiero ofrecer mi vida,
para que tu pueblo viva. 2 VECES
El grano que cae en la tierra
Aquí, ante tu altar, Señor,
entiendo mi vocación,
quiero ofrecer mi vida,
para que tu pueblo viva. 2 VECES
El vino y el pan te ofrecemos,
Aquí, ante tu altar, Señor,
entiendo mi vocación,
quiero ofrecer mi vida,
para que tu pueblo viva. 2 VECES