no brilla la arena, no arde en fuego mi volcán
la semilla se hizo eterna luz en germinar
pero creo el hilo del cuento hilar
despierta en la orilla, proa, quiero descansar
sin que el faro guía alumbre, rumbo que tomar
trago mi saliva en el intento de zarpar
perdí la cuenta de cuanto,
caigo y a la vez me levanto
a ciegas y a sordas me arrastro
intentando dejar algún rastro
perdí la cuenta de cuanto
me propuse llegar alto
perdí la cuenta de cuanto
o quizás sólo estoy
añorando el mar.