He dejado mi amor naufragando
por el fondo de alguna botella.
Mis recuerdos prescritos de culpas
anudao con presillas y cuerdas.
He dejado mi amor moribundo
sin opción de ninguna clemencia,
sin perdón en vidas venideras,
sin olor que no sea el de la ausencia
He dejado mi amor marinando
con especies que da la maleza
debatiendo la vida y la muerte
vomitando su misma bajeza
He dejado mi amor caducado
a las puertas del divino templo
donde viven los más desgraciados
condenado a vivir en el averno
No, Nou, nou, nou
Nou, nou, nou
He dejado mi amor pendenciero
discutiendo sin pena ni gloria
aplicándose el ego y el triunfo
de un olvido que tiene memoria
He dejado mi amor para siempre
ya la suerte que diste el destino
ahora siento que llevo la frente
infectada en veneno de espinos
He dejado mi amor degustando
las mejoras que tiene la muerte
el sabor de lo corrompido
lo que nunca se hablo de la suerte
He dejado mi amor descansando
donde yacen los que nunca vuelven
un amor no dispuesto y negado
a quererse así mismo por siempre