y aun así llegan a casa y siguen siempre soñando.
con la fuerza de sus verbos mejoría en sus trabajos.
Puente
que sueñan con libertades, dignidades absolutas.
las monedas de quien pasa y se para sólo un momento.
A los niños que se duermen con nadita en sus barrigas,
al que cuenta con los otros, a los que no quitan vidas.
A los que escriben pancartas contra guerras tan absurdas,
a la pluma y al papel del que cuenta y da emociones,
al sonido de las voces que jamás dicen mentiras,
amo al máximo respeto, amo a los que aman la vida,
a quien da su corazón, a quien no le puede el orgullo,