Y amigos míos, nomás vengo a decirles,
la causa y el motivo de mi amargo dolor.
La causa de este vicio fue esa mujer ingrata,
porque no tuve plata para comprar su amor.
No más cuando la miro me acuerdo de sus besos,
y la horrible tristeza no puedo remediar.
Quisiera envenenarla, quitarle la existencia
porque estaba en la creencia que le iba yo a rogar.
La pobre de mi madre, se cansa de decirme que
ya no tome vino, que le haga ese favor.
La causa de este vicio fue esa mujer ingrata
porque no tuve plata para comprar su amor.
Cuando ando borrachillo, enciendo un cigarrillo
y la luz del cerillo, aumenta mi dolor.
La causa de este vicio fue esa mujer ingrata porque
no tuve plata para comprar su amor.