Me entregué a tus pies, a tu cabeza también,
me arrastré todo un verano persiguiéndote.
Hice de chico malo, de perrito fiel,
de gato sobre el tejado, me dijiste: No way.
Me costó poco aprender que bajo se puede caer,
cuando acabó la lección no quedaba nada,
nada a salvo a mi alrededor.
Adiós carnaval,
me tapas los ojos con tu pañuelo rojo y te vas,
disfrazado de alegría hasta el infierno me iría
detrás tuyo una y mil veces más.
Adiós carnaval,
el instinto me hace señas pero se que ya no hay vuelta atrás,
uno sabe lo que hace cuando empieza este viaje
detrás tuyo una y mil veces más.
Me entregué a tus pies, me prendí fuego otra vez,
cuando me mandaste al frente yo entendí todo al revés.
Yo te digo: Adiós carnaval,
yo te digo: Adiós carnaval Carnaval.