Tenías en los ojos
un mundo de bondades
abuela tejedora
paloma de la paz.
En tu cabeza blanca
refugio de mi llanto
apoye mi cabeza
cuando empecé a soñar.
Tus manos con arrugas,
Abuela tantas veces, te necesito tanto,
te busco en las estrellas en la luna y en el sol.
Y en el viejo cuaderno, recuerdo con palotes,
cuando tú me enseñabas la ala y la O
De tu boca de ensueño